lunes, 20 de junio de 2016

Patria al hombro, desde la literatura

Radiografía  del historiador misionero Pablo Camogli. Sus inicios, sus referentes, cómo lleva a cabo su profesión, y un análisis acerca del bicentenario de la independencia argentina.

Su trinchera, la oficina ubicada en la Subsecretaría de Prensa de Misiones, junto a Evita, Perón y un cuadro de su rostro encarnado en la de San Martín.

POSADAS. Pablo Camogli es un periodista, profesor, escritor e historiador misionero que tiene una importante trayectoria haciendo investigaciones acerca de la sociedad misionera y la del país. Escribió siete libros, y hace constantemente informes en diferentes medios de comunicación. Con influencias de su abuelo y su padre, comenzó a trabajar como periodista deportivo antes de comenzar a estudiar. “Los medios siempre formaron parte de mi vida desde muy chico. Es una profesión que te obliga a emparejarte en todos los temas, no solo con un rubro”.

Hizo la carrera como periodista, trabajó en El Territorio, en Misiones Online en la provincia, y después se empezó a dedicar a lo que más le gusta.     La historia y el periodismo son las cosas que más le gustan, y ambas están vinculadas. Porque  “una estudia los hechos del pasado, y la otra estudia los hechos del presente.”

-¿En qué momento de tu vida diste ese clic y decidiste ampliar tus conocimientos con la historia, y a ponerlos en práctica escribiendo libros?

Yo la historia siempre la tuve como una prioridad en mi vida, siempre leí muchos libros de historia más allá que estuviera trabajando como periodista. La necesidad de escribir historia la sentí cuando escribí mi primer libro (Batallas por la Libertad). Y como yo todavía no había estudiado historia, me día cuenta que me faltaba muchas herramientas metodológicas epistemológicas propias de la historia que no lo tenía.

-¿Tenés algún referente en lo que es la materia histórica o periodística en el cual vos te bases en su estilo, copies algunas cosas o te fundamentes en él como fuente?
Si, muchos porque tanto en el periodismo como en la historia hay mucha gente valiosa y creo que lo que tenemos que empezar a hacer es tomar lo mejor de la mayor cantidad de gente posible.
Claramente tengo algunos referentes en el periodismo: Rodolfo Walsh, que me parece que ha sido uno de los periodistas más importantes de la historia argentina no sólo por su trabajo como investigador periodístico, sino también por su compromiso político con la realidad. Y desde siempre fui admirador de Víctor Hugo Morales, tanto por su parte periodística como su parte deportiva como relator de fútbol.
En cuanto a la historia, hay muchos historiadores  con los que coincido, con los que comparto cosas. Gabriel Di Meglio, Hernán Brienza, Norberto Galasso (que me parece que es un maestro y lo tengo como referencia). Y acá en Misiones admiro mucho a Alfredo Poenitz, que ahora ingresó como miembro de la Academia Nacional de la Historia y es por hoy él, el referente de la historia misionera.

-¿Cuánto tiempo te demora generalmente una investigación para después plasmarlo en un libro o algún artículo de opinión?

Un libro antes me tardaba dos años en hacerlo, por lo general era un año y medio de trabajo. Y ahora estoy haciendo un libro cada año.
Es un trabajo específico que demanda de un tiempo importante de elaboración, de lectura y después de escritura que son muchas horas sentado, muchas horas en la biblioteca, en los archivos, y después escribiendo frente a la computadora. Así que cada libro es una historia aparte.

-En cuanto a la historia de Misiones ¿Es un rompecabezas?

Toda la historia es un rompecabezas. Lo más interesante de un rompecabezas es que nunca vas a terminar de armar, nunca vas a encontrar todas las piezas. Nosotros como historiadores lo que hacemos es tomar una partecita de la historia y tratamos de construirla. Pero siempre va a ser una historia muy parcial.
Primero porque somos individuos y todos tenemos una carga ideológica subjetiva detrás del tema que tomamos y de cómo lo abordamos. Después porque nunca vas a tener todas las fuentes para reconstruir ese hecho.
Así que yo te diría que es un rompecabezas infinito. Porque es un rompecabezas al que nunca le vamos a encontrar la última pieza.

-¿Deberíamos haber festejado verdaderamente el bicentenario de la independencia en nuestra provincia en el 2015?

Si, sin duda. Creo que el año pasado dejamos pasar la oportunidad de celebrar con mucha fuerza el bicentenario de la independencia de la Liga de los Pueblos Libres, que lideraba José Artigas. En la cual Misiones con Andrés Guacurarí Artigas estaba incorporada a ésa liga, participó del Congreso de Oriente. Que es considerado por la historiografía  Artiguista como la fecha en el que se declaró la Independencia de éstas regiones.
Independientemente de que si realmente fue una declaración de la independencia formal o no, está claro que es este espacio que hoy es Misiones, declaró su independencia o se sintió independiente mucho antes del Congreso de Tucumán.
Me parece que no podemos decir que algo es independiente  solamente porque lo proclaman en algún papel. Hay actitudes, hay acciones y decisiones del gobierno que te rectifican que vos ya sos una provincia independiente.

-¿Los latinoamericanos le debemos nuestra independencia a la masonería?

Yo creo que la masonería fue un factor importante dentro del proceso revolucionario. Pero no creo que hayan sido determinantes, en todo caso ellos los que hacen es plegarse a un movimiento que viene de abajo; que es el de los sectores populares que están pugnando por un cambio en el orden social, económico político cultural para terminar con el sometimiento que establecía el orden colonial en América. Y que en todo caso, las logias en definitiva terminan siendo representantes de la elite.
Lo que hacen es sumarse a ése movimiento de transformación cuando no le quedan otra alternativa que sumarse o ser arrollados por la transformación. Es un poco lo que hace la elite.

La elite es la última en plegarse al proceso revolucionario y lo hace porque no le queda otra alternativa, lo hace con la intención de encabezar el proceso revolucionario para conducirlo hacia sus objetivos y no hacia los objetivos que tienen los sectores populares. Además, una cosa son las logias masónicas tradicionales y otra cosa son las logias que se generan en la época como la Logia Lautaro, que es más que una organización pensada para el logro de objetivos masónicos y de larga tradición.

-¿Hay algún momento dentro de tu trayectoria en el cual te llamó la atención algún fragmento de la historia que se haya dejado de lado?

El ejemplo más claro de ello es Andresito. Realmente cuando descubrí el primer libro de él - que fue el de Salvador Cabral que se escribió en los años 80’- no tenía ni idea quién era el personaje.
Cuando leí ése libro empecé a descubrir la verdadera historia de Misiones –o por lo menos una parte- y además empecé a repensar todos los procesos revolucionarios independentistas desde otra perspectiva. Y a través de la historia de Andresito y de los guaraníes, de ése pueblo lucha que peleó contra los conquistadores, contra los españoles, contra los portugueses, que después peleó contra el centralismo porteño; uno empieza a re significar el proceso revolucionario y desde otra perspectiva. 

- Próximo objetivo: la guerra de independencia desde adentro. ¿Cuándo será publicado?
 Si, estoy trabajando en un libro nuevo que es una historia social de la guerra de la independencia, es la guerra vista  desde el pueblo, donde por supuesto aparece Misiones con toda la experiencia de los guaraníes.
Es la primera vez que se va a hacer un libro sobre la guerra de la independencia en donde aparece Misiones y la lucha contra el Portugal como parte de la guerra por la Independencia. Algo que nunca se habla, de la guerra de las Provincias Unidas contra España, y yo incorporo la guerra contra Portugal como parte de ésa independencia. Así que ahí va a haber una innovación historiográfica que implica Misiones, donde nosotros somos protagonistas.

Así que estoy tratando de no abrir tantas tareas y poder focalizarme un poco en eso, porque tengo que entregarlo antes de fin de año para publicarlo. 




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Sus obras

·         Batallas por la libertad (2005).
·         Batallas de Malvinas (2007).
·         Batallas entre hermanos (2009).
·         Nueva historia del cruce de los Andes.  (2011).
·         Asamblea del año XIII (2013).
·         Contame una historia (2014).
·         Andresito  (2015).





Por Emiliano Toledo.
 

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